Aunque mucho se habla y se autoalaba la industria minera del carbón por los ejemplos de seguridad, la realidad es que nuestra minería está rápidamente quedando atrasada en lo que respecta a buenas prácticas de seguridad, en comparación con el resto del mundo desarrollado. Una de las áreas que carece de una legislación exigente es en cuanto a la instalación de refugios de emergencia ante incidentes subterráneos, tales como incendios, desprendimiento de rocas o en situaciones en que los mineros queden atrapados bajo tierra. Las mejores prácticas, que aplican la mayor parte de las mineras internacionales siguiendo normas de seguridad mundiales, ahora estipulan el uso de un sistema de soporte de vida autónomo y completo dentro de una estructura hermética (cámara de refugio) con dispositivos redundantes, que incluyen suministro de oxígeno y depuración para regenerar el aire respirable. También exigen aire acondicionado, para controlar la acumulación de calor metabólico, y sistemas de comunicación para asegurar que los ocupantes tengan las mejores posibilidades de supervivencia mientras esperan ser rescatados. Por el contrario, Sudáfrica tiene disposiciones desactualizadas e inadecuadas dentro del Capítulo 16 de la Ley de Minería; para el suministro de aire respirable exigen apenas una única línea de aire desde la superficie.
Los Estados Unidos y China, ambos grandes productores de carbón, han reconocido que la exigencia de estándares mínimos para un refugio seguro busca asegurar que los mineros tengan las mejores oportunidades de supervivencia ante una emergencia subterránea; es por eso que han implementado, respectivamente, la “Norma final de alternativas de refugios para minas subterráneas de carbón – 2009” del Ministerio de Trabajo y los “Requisitos generales y condiciones técnicas de cámaras de refugio para empleo en minas de carbón – 2012” de la Agencia Estatal de Seguridad en Minas de Carbón. Desafortunadamente, estos cambios han sido reacciones ante pérdidas de vidas durante importantes accidentes de minas, como el desastre de la mina Sago en Virginia Occidental en 2006 (12 vidas) y la explosión de la mina Upper Big Branch en Virginia Occidental en 2010 (29 vidas) y las más de 2000 muertes por año en China. Con la vigencia de estas nuevas disposiciones, el refugio seguro se considera como la norma en la industria minera del carbón en Estados Unidos y China, y su cumplimiento es controlado por los respectivos ministerios de minería.
El atraso en las minas sudafricanas responde exclusivamente a cuestiones económicas. El costo de una cámara de refugio autónoma totalmente equipada puede rondar los R600.00, según su capacidad de ocupación y duración. El costo total para las mineras, en consecuencia, sería considerable, ya que la mayoría necesitaría varias cámaras para albergar a todo el personal subterráneo. Como solución, Sudáfrica puede aprender de China, donde el Gobierno legisló y otorgó a las mineras de carbón un descuento impositivo de 6 Renminbi (11 ZAR) por tonelada para financiar la implementación de refugios seguros subterráneos efectivos.
Parece que nos olvidamos demasiado pronto de los grandes desastres mineros de Sudáfrica, como el de la mina de carbón Coalbrook en 1960 que se cobró 437 vidas, o el de la mina de carbón Hlobave Vryheid en Kwa Zulu Natal en 1983, donde murieron 64 mineros. Desafortunadamente, es probable que se necesite otro incidente importante con grandes pérdidas de vidas y exposición pública para que el Ministerio de Recursos Minerales de Sudáfrica considere ponerse a la par del resto del mundo.